Sin duda, el virus COVID-19 ha modificado nuestras vidas, nuestro entorno y la producción y desarrollo habitual de nuestras actividades, pero hay un sector, el de las infraestructuras y, en concreto las carreteras, que está siendo esencial para garantizar la cadena de suministro entre territorios.

A mediados de marzo, la Comisión Europea tomó una serie de decisiones para que las medidas restrictivas que los Estados miembros comenzaban a adoptar para tratar de contener la propagación del virus afectaran lo menos posible a la libre circulación de bienes y servicios esenciales por carretera.

El organismo europeo publicó hace unas semanas una serie de consejos prácticos para la aplicación de sus directrices sobre las medidas de gestión de fronteras. Entre estas medidas destaca la designación de “carriles verdes” a todos los pasos fronterizos internos de la red transeuropea de transportes (RTE-T). Dichas vías deberían estar abiertas a todos los vehículos de mercancías, con independencia de lo que transporten.

Los controles e inspecciones en estas vías se reducen y simplifican a lo mínimo necesario. Así, no es preciso, por ejemplo, que el conductor baje de su vehículo para realizar dichos controles y la única documentación que deben presentar es el documento nacional de identidad o el permiso de conducción.

La Comisión, además, insta a los Estados miembros a que suspendan las restricciones de acceso a las carreteras vigentes en su territorio para estos vehículos, como la prohibición de circular los fines de semana o durante la noche.

Todas estas medidas se han tomado para garantizar el flujo de productos y servicios esenciales entre los Estados miembros. “Ahora, más que nunca, es necesario un enfoque colectivo y coordinado del transporte transfronterizo. Los carriles verdes están diseñados específicamente para proteger a los trabajadores del sector del transporte, que están en la primera línea de esta crisis. Este conjunto de recomendaciones está facilitando su misión, ya de por sí estresante, y hace que su trabajo sea más seguro y predecible”, explicaba Adina Vălean, comisaria responsable de Transportes.

Desde Autopistas, hemos dado todo el soporte necesario para la protección de todos los agentes intervinientes en los distintos puntos de control habilitados; con mayor impacto, por su situación geográfica y limítrofe con Francia, en la zona de la Jonquera del tramo de la autopista AP-7.