Las furgonetas son un tipo de vehículo cada vez más presente en nuestras carreteras, sobre todo en los últimos años en los que el comercio electrónico ha ido en auge. Desde 2012 hasta hoy se han duplicado estos vehículos, llegando a ser más de 120.000 las matriculaciones, según datos del último informe de la Dirección General de Tráfico (DGT), en el que también se recoge que las furgonetas estuvieron implicadas en casi 11.000 accidentes de tráfico con víctimas.

La conducción distraída es el primer factor concurrente en los accidentes en los que está implicada una furgoneta, y 1 de cada 4 ocupantes de estos vehículos fallecidos en vías interurbanas no utilizaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente.

Antes de ponernos al volante de una furgoneta debemos tener en cuenta que, aunque se conduzca con el mismo permiso de conducción que un automóvil, sus características dinámicas y de utilización son distintas.

Las grandes dimensiones de las furgonetas hacen que el campo de visión se reduzca notablemente, especialmente en lo que respecta a la visión trasera y a los ángulos muertos. Además, son vehículos de mayor altura por lo que su centro de gravedad es más alto y estos las hace más inestables y sensibles a vientos laterales.

El peso de las furgonetas es 2 o 3 veces mayor que el de un turismo, hay que recordar que cada vehículo tiene una masa máxima autorizada y el reparto de la misma dentro del vehículo es muy importante para que éste responda correctamente ante frenazos y en curvas.

Tienen unos límites de velocidad diferentes al resto de turismos, y éstos pueden variar dependiendo del tipo de furgoneta y de la vía por la que circule.

Desde Autopistas apostamos por la seguridad vial y el confort de todos los vehículos que circulan por las carreteras que gestionamos.

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