Los jóvenes españoles son partidarios de restringir el acceso al centro de las ciudades con el objetivo de mejorar la calidad del aire, según el estudio de opinión Jóvenes al volante realizado por Abertis y la Dirección General de Tráfico. En el informe, realizado a partir de 2.000 encuestas personales a jóvenes de entre 16 y 22 años también se destaca que los jóvenes consideran que los actuales límites de velocidad son adecuados, aunque el 38% apoyaría un aumento de la velocidad máxima en autopistas y un 32% también en autovías.

En el caso de los hombres, casi la mitad de jóvenes encuestados considera que los límites deberían aumentarse, y sólo el 5% cree que son excesivos y deberían reducirse. En el caso de las mujeres la cifra varía considerablemente, y sólo el 24% considera necesario aumentar los límites en las autopistas y el 29% en autovías.

La percepción sobre la velocidad en zonas urbanas varía de forma sustancial. Los que apuestan por reducir las actuales velocidades máximas actuales son el doble de los que consideran que son insuficientes y deberían aumentarse.

Según el informe, casi la mitad de los jóvenes entrevistados para el estudio Jóvenes al volante están dispuestos a pagar por las ventajas que ofrece circular por una autopista, aunque en un 25% únicamente en función del precio del servicio. La predisposición a pagar por utilizar una vía de alta capacidad es superior en los hombres, y tiene tendencia a disminuir entre la franja de edad de 20 a 22 años.

Restricciones para acceder al centro de las ciudades

La irrupción de las nuevas tecnologías de movilidad y su papel en la protección del medio ambiente es otro de los aspectos destacados en el estudio de opinión Jóvenes al volante. Los encuestados consideran de forma muy mayoritaria que la movilidad eléctrica es una de las claves ante el actual reto medioambiental, pero discrepan en su percepción sobre cuándo la movilidad sin emisiones será una realidad asentada en nuestras ciudades, carreteras y autopistas.

Un 65% de los jóvenes piensa que en los próximos años seguirá conduciendo un coche de gasolina o diésel, pero preferiría que fuera un coche eléctrico o híbrido. Sólo un 11% de los encuestados está convencido que en los próximos años conducirá un coche eléctrico, mientras que dos de cada tres no confía, por ahora, en la irrupción masiva de los sistemas de propulsión sin emisiones contaminantes.

La preferencia por un coche eléctrico es el grupo más numeroso entre los encuestados, el 34% del total por encima de los que preferirían conducir un coche híbrido, un 26%, y los que se contentan con un vehículo propulsado con combustibles fósiles, un 32% del total.

Por franjas de edad, los más jóvenes de entre 16 y 18 años son precisamente los más convencidos que en los próximos años conducirán un coche híbrido o un coche eléctrico sin emisiones.

Donde no hay discrepancias relevantes es en la posibilidad de restringir el acceso al centro de las ciudades durante episodios de elevada contaminación ambiental o de forma permanente. Ocho de cada diez encuestados considera que limitar los desplazamientos al centro de las ciudades sería una medida positiva para el medioambiente, y seis de cada diez estaría dispuesto a extender la medida más allá del centro hasta los accesos a las ciudades. Bajo esta circunstancia, la mayoría de jóvenes, un 54%, afirman que optarían por el transporte público para sus desplazamientos por la ciudad.