Streets for Life #love30 es el lema de la VI Semana Mundial de la Seguridad Vial de las Naciones Unidas que se celebra del 17 al 23 de mayo. Este año, la campaña se centra en la reducción del límite de velocidad a 30 km/h en las zonas urbanas y 20km/h en los entornos escolares y residenciales.

Como remarca la Dirección General de Tráfico, esta Semana será la ocasión de reunir compromisos políticos a nivel nacional y local para alcanzar límites de velocidad de 30 km/h en áreas urbanas y generar apoyo local para estas medidas de baja velocidad con el fin de crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables.

Además, esta medida está alineada con los objetivos del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030 y su Plan Global de posibilitar una convivencia entre las diferentes personas usuarias de la vía pública y reducir la contaminación atmosférica y el ruido, pacificando los entornos urbanos y priorizando la movilidad a menos velocidad y la no motorizada.

Autopistas se suma a la red mundial y apoya esta acción global de concienciación vial comprometiéndose a realizar acciones a favor de una movilidad segura, sostenible e inclusiva. La limitación de la velocidad en las calles de todo el mundo promueve que los espacios sean saludables, ecológicos y adecuados y fomenta una convivencia segura en el espacio público.

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¿Por qué a 30 km/hora?

La reducción de la velocidad tiene un impacto significativo en la siniestralidad, tanto en el número de accidentes como en la gravedad de estos. Esto es especialmente relevante dentro de población, donde la gran mayoría de víctimas son usuarios de vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas.

Fijar el límite en 30 km/h reduce en un 80% el peligro de morir atropellado, ya que, si un vehículo que circula a esta velocidad impacta contra un peatón, el riesgo de que la persona muera es de un 10%, mientras que si el mismo vehículo va a 50 km/h el riesgo se eleva hasta 90%.

Esta limitación, además, reduce a la mitad la distancia necesaria para frenar un vehículo, hecho que conlleva mayor seguridad vial, menos ruido ambiental y niveles contaminantes más bajos.