Conducir con lluvia puede llegar a ser muy incómodo. La calzada mojada, la disminución de la visibilidad o una velocidad inadecuada pueden hacer que perdamos fácilmente el control sobre nuestro vehículo. El agua en la carretera complica notablemente la conducción y puede aumentar la probabilidad de sufrir accidentes.

La conducción con lluvia requiere de una mayor atención al volante. Los neumáticos pierden adherencia, el asfalto se vuelve deslizante y, por la posible acumulación de la suciedad con el agua, cuando las precipitaciones son muy abundantes, se puede crear alguna película de agua que puede producir el temido aquaplaning. Extremar la precaución y recordar estos consejos básicos nos ayudará a controlar mejor la situación y garantizar un nivel óptimo de seguridad.

Mantén la calma. Conducir en situaciones de meteorología adversa aumenta la tensión y la fatiga del conductor. Por este motivo, intenta mantenerte tranquilo y, en caso de que la lluvia te impida proseguir tu camino con normalidad, te recomendamos que pares en un área de servicio o zona habilitada.

Aumenta la distancia de seguridad y adecúa la velocidad a la situación de la vía. Aumenta la distancia de seguridad y señaliza las maniobras con tiempo suficiente para ser visto. Intenta conducir siguiendo la estela del resto de los vehículos, ellos serán tu referencia ante la pérdida de visibilidad.

Revisa tu vehículo. En época de lluvias frecuentes o ante una previsión de días lluviosos asegúrate de que los neumáticos, los frenos, las luces y los limpiaparabrisas se encuentran en buen estado.

Ver y hacerte ver. Enciende las luces de cruce o de corto alcance. Evita que se acumule el vaho encendiendo el sistema de ventilación. Conecta el limpiaparabrisas, la luneta trasera y, en caso de pérdida de visibilidad, si es necesario, activa los faros antiniebla.

En caso de sufrir una incidencia, no te quedes dentro del vehículo, señaliza la situación mediante las luces de emergencia para alertar al resto de conductores, ponte el chaleco reflectante, sal del vehículo, cuando verifiques que lo puedes hacer con garantías de seguridad, y sitúate detrás de la barrera o en una zona lo más alejada posible del tráfico. Recuerda colocar el triángulo de emergencia sólo si observas que la situación es segura.

Una vez hayas tomado todas las precauciones debes hacer las llamadas de gestión necesarias. Desde Autopistas ponemos todos los recursos para atenderte en el menor tiempo posible. Disponemos de más de 1.200 postes SOS repartidos por nuestras autopistas desde donde podrás contactar con nuestro Centro de Operaciones y Seguridad Vial, con el centro de atención al cliente o con los servicios de emergencias 112.

Con la lluvia debemos modificar nuestra forma de conducir, y utilizar el sentido común siguiendo en la medida de lo posible las recomendaciones para que el trayecto sea seguro.