Cuando realizamos un viaje en coche, debemos tomar todas las precauciones posibles como estudiar bien la ruta o revisar nuestro vehículo para evitar cualquier contratiempo. Asimismo, nos podemos ayudar de dispositivos electrónicos que nos proporcionarán una mayor tranquilidad y seguridad en carretera, como los sistemas ADAS.

¿Qué son los ADAS?

Son sistemas tecnológicos avanzados de asistencia a la conducción (Advanced Driver Assistance Systems). 

La DGT insiste en su instalación ya que son sistemas de seguridad y ayuda a la conducción digitales que contribuyen a prevenir siniestros y víctimas en la carretera a la vez que mejoran la movilidad. De hecho, el Parlamento Europeo calcula que estos asistentes electrónicos podrán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos años.

La instalación de los ADAS será obligatoria para vehículos nuevos homologados en Europa a partir de 2022 y los nuevos vendidos a partir de 2024 con el fin de aumentar la seguridad tanto de sus ocupantes como del resto de usuarios de la vía. 

Desde la Unión Europea se fomenta el uso de estos dispositivos, marcándose ocho ADAS obligatorios desde 2022.

Tipos de sistemas ADAS

  • Asistente de velocidad inteligente (ISA).

    Sistema que conecta el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el sistema de Reconocimiento de Señales por medio de un software, controlando su posición en la vía en relación con el límite de velocidad que rige en cada tramo. El vehículo utiliza las cámaras, radares y el GPS en combinación con un mapa digital. Se adapta automáticamente según el tramo de vía.

  • Cámara trasera con detección de tráfico cruzado.

    Ayuda a maniobrar marcha atrás, a aparcar y desaparcar. Avisa si hay un obstáculo, fijo o móvil, o una persona a menos de 30 metros. En algunos modelos puede detener el vehículo antes de que se produzca la colisión con obstáculos u otros vehículos o atropellamientos.

  • Alerta de cambio involuntario de carril (LDW).

    Avisa si se detecta un cambio de carril de manera involuntaria. Empleando una cámara delante del retrovisor o sensores, el vehículo detecta las líneas que delimitan el carril a distancias de entre 60 y 100 metros.

  • Detector de fatiga y/o somnolencia.

    El volante cuenta con un sensor que analiza la presión ejercida por el conductor. También los movimientos de las manos y los cambios de dirección. Si detecta correcciones constantes o movimientos bruscos, se activa. En cuanto a la cámara, monitoriza las facciones de la cara, en especial los ojos y el movimiento de la cabeza. Este sistema también puede monitorizar el tiempo que lleva el motor encendido.

  • Sistema de frenada de emergencia BAS y EBA.

    Permite acortar la distancia de reacción y está relacionado con dos sistemas del vehículo que ya vienen de serie desde hace años: el ABS y el control de estabilidad.

  • Bloqueo del vehículo con alcoholímetro.

    A partir de 2022, los vehículos homologados en Europa deben contar con un alcoholímetro preinstalado. Además, incluirá un bloqueo de la puesta en marcha del automóvil que se activará si se superan los límites permitidos.

  • Caja negra (EDR).

    Con estos datos se pretende obtener mejores análisis en caso de accidente para mejorar la seguridad al volante, introduciendo nuevas tecnologías y mejorando las que ya utilizamos hoy en día.

  • Alerta de cinturón en las plazas traseras

    Muestra un aviso visual en el cuadro de mandos si alguno de los cinturones no está bien colocado,

 

En caso de avería o accidente que afecte a alguno de sus elementos, después de la reparación es necesario que profesionales recalibren las cámaras y sensores para que toda la tecnología vuelva a funcionar correctamente y cumpla su función 

Los sistemas de ayuda a la conducción, como su nombre indica, ayudan al conductor del vehículo, pero sigue siendo imprescindible que mantengamos la máxima concentración y atención en el trayecto para evitar accidentes. 

En Autopistas nos comprometemos con la mejora de la seguridad y nos hemos adherido al compromiso de la ONU de reducir en un 50% la cifra de víctimas mortales y de gravedad en la década 2020-2030. La visión “Cero víctimas” hace que evaluemos continuamente la incorporación de aquellas medidas que nos ayudan en nuestra lucha contra la siniestralidad y a la mejora de una movilidad más eficiente y sostenible. En esta línea, gran parte de la flota de vehículos dispone de sistemas ADA y nuestros conductores realizan periódicamente formación en conducción eficiente y segura. 

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