Cuando hay que recorrer largas distancias, muchas personas prefieren conducir de noche para evitar mayores concentraciones de tráfico y viajar con más tranquilidad.

 

Según datos de la DGT, en 2021 más del 17% de los fallecidos (24 horas) en vías interurbanas se registraron en el tramo horario comprendido entre las 00:00 y las 06:59h.

 

Aunque conducir de noche tiene muchas ventajas, no debemos olvidar que aumenta el riesgo de sufrir un accidente de mayor gravedad, por lo que es importante tomar todas las precauciones y asegurarnos de que el trayecto se produce en las condiciones idóneas para garantizar la seguridad de todos los integrantes del vehículo.

 

A continuación, te facilitamos algunos consejos que te ayudarán si prefieres viajar durante la noche:

 

  • Conduce descansado. Es recomendable dormir varias horas antes de coger el coche porque la oscuridad del ambiente y la menor afluencia de tráfico son factores que pueden incrementar la fatiga y la somnolencia. Para a descansar al menos veinte minutos cuando aparezcan los primeros signos de cansancio o pide a otro pasajero que continúe con la conducción.

 

  • Cuida la visibilidad. Antes de ponerte en marcha, comprueba que los sistemas de iluminación del coche funcionan correctamente. Limpia los cristales del vehículo y las luces para mejorar tus condiciones de visibilidad y que tu vehículo sea visible para el resto de los conductores.

 

Si conduces un vehículo pesado, recuerda que la forma de advertir al resto de conductores de tu volumen y dimensiones es, además de con las correspondientes luces obligatorias, con distintivos esenciales en condiciones de poca visibilidad.

 

  • Evita deslumbramientos con un buen reglaje de los espejos retrovisores exteriores e interiores. Sé respetuoso con el resto de los conductores al utilizar las luces de cruce y carretera.

 

  • Cena ligera. La comida pesada aumenta las posibilidades de quedarte dormido al volante. Recuerda que alcohol y drogas son incompatibles con la conducción.

 

  • Evita conducir con la luz del habitáculo encendida, ya que provoca un mayor contraste entre el interior y el exterior y reduce la visión.

 

  • Modera la velocidad. En condiciones nocturnas, la visión juega un papel esencial. Recuerda que: a mayor velocidad se va perdiendo campo de visión. Es el llamado “efecto túnel”, por lo tanto, adapta la velocidad y aumenta la distancia de seguridad con respecto al vehículo que te precede para conseguir mayor tiempo de reacción en caso de un imprevisto.

 

  • Máxima precaución en las maniobras.  Señaliza correctamente y con el tiempo suficiente tus movimientos en la vía a otros conductores.

 

  • Aumenta la frecuencia de las paradas. Conducir de noche, y especialmente en viajes largos, es una actividad que exige un mayor esfuerzo y atención. Aumenta la frecuencia de las paradas para estirarte y descansar durante algunos minutos.

 

Recuerda que este verano tenemos un objetivo: “Verano con cero accidentes, verano de 10”, así que al volante “Cero cansancio y sueño y sistema de alumbrado revisado”.

 

Referencias: